Richard Rosenblatt
Director ejecutivo y fundador, Whip Media
El streaming ha cambiado el ecosistema del entretenimiento más rápidamente que cualquier innovación de medios del pasado. A nivel mundial, las suscripciones OTT superaron los 1100 millones en 2020, y los hogares estadounidenses ahora se suscriben a tres servicios de transmisión en promedio. El streaming ha cambiado profundamente la forma en que vemos, compramos y experimentamos el entretenimiento. TLa pandemia solo aceleró el crecimiento de la transmisión y la demanda de nuevos contenidos por parte de los consumidores.
Para mantener a los espectadores interesados, las plataformas están compilando grandes cantidades de contenido de películas y televisión y no muestran signos de desaceleración. Amazon y Netflix tienen enormes bibliotecas con Según los informes, Netflix ofrece 36,000 horas de contenido solo en los EE. UU. en 2020. Amazon adquirió recientemente MGM para expandir aún más su biblioteca. Servicios como Disney+, HBO Max y otros están agregando rápidamente originales y contenido con licencia a sus bibliotecas para poder competir.
Este panorama es muy diferente de lo que era hace diez o quince años cuando la televisión por cable era el rey y las cadenas de televisión de pago solo necesitaban programar unos pocos cientos de horas de contenido al año. Adquirieron estas horas haciendo tratos con productores que conocían o asistiendo a los mercados de cine y televisión. Tradicionalmente, los acuerdos se hacían en persona y se administraban manualmente, lo que generaba acuerdos de licencia de contenido que tardaban meses en completarse.
Hoy en día, los streamers otorgan licencias de hasta 10 000 horas de contenido de cine y televisión al mes y este número solo crecerá a medida que estas plataformas se expandan globalmente y aumente la demanda de más contenido local e internacional.
Administrar esta cantidad de contenido requiere tecnología para hacerlo bien. Las formas tradicionales de comprar y vender contenido simplemente no funcionarán y el seguimiento manual de este proceso mediante hojas de cálculo es ineficaz. Las organizaciones requieren formas más rápidas e inteligentes de administrar su contenido para mantenerse al día con la demanda y aumentar los ingresos, especialmente cuando los negocios ahora se llevan a cabo en días en lugar de meses.
Las empresas de medios necesitan nuevas tecnologías y conocimientos que les ayuden a tomar las decisiones correctas de compra y venta, ya que licencian hasta 120 000 horas de contenido al año. Los compradores no tienen tiempo para ver miles de tráilers antes de tomar una decisión sobre la licencia, necesitan predicciones basadas en datos sobre qué títulos repercutirán en sus audiencias. Por el contrario, los vendedores no pueden adivinar si su programa será un éxito en un nuevo país, necesitan datos para respaldar esa decisión.
Los datos y la tecnología han transformado industrias como el comercio electrónico y la publicación. Las licencias de televisión y cine están experimentando la misma transformación. El streaming está cambiando drásticamente la forma en que las empresas compran y venden contenido y las empresas más innovadoras están adoptando datos y nuevas tecnologías de licencias.